lunes, 28 de enero de 2013

DIARIO DE UN VIAJE A ARGENTINA


Capitulo 3º - BUENOS AIRES II

Los días siguientes en Buenos Aires ya fueron bastante mas tranquilos y relajados, con muchos paseos a distintos sitios pero ya sin prisas y buscando sitios más concretos.

Uno de los días nos fuimos a Puerto Madero y a una reserva y parque que hay allí. Nos pegamos un paseo por dicho parque a pleno sol, aproximadamente 40º y resulto un fracaso total ya que lo que te venden como una reserva de aves con varias lagunas para verlas en realidad es una inmensa zona se bosque donde el agua de las lagunas está invadida por cañizo y otras plantas y el agua no se llega a ver, mucho menos las aves que se supone que viven allí.

Por lo demás Puerto Madero es una especie de lengua entre unos diques y el rio de la Plata, zona de expansión de los negocios y de la gente guapa de Buenos Aires. Edificios altísimos, grandes avenidas y mucha gente “guapa”.

También hemos estado en el Centro, calle Florida y aledaños, en esta calle existen unas galerías: Galerías Pacifico que son encantadoras. Tienen la estructura de ese tipo de galerías italianas donde uno se siente un poco Mastroniani. Impresionan unos frescos que ocupan la bóveda central de la planta baja y un espacio cultural en la alta, con muchas exposiciones y espacios culturales, unos gratuitos otros de pago.

Pero en realidad lo que nosotros hemos disfrutado es San Telmo y su gente. El último día nos fuimos al Parque Lezama, bastión entre San Telmo y La Boca.

A pesar de tener los alrededores llenos de obras, se disfruta en él de la vida relajada de la ciudad, con muchos niños, vacaciones escolares, con sus padres, muchos paseantes, paseadores de perros, etc. que hacen a uno sentirse vivo.

Una de las cosas que sorprenden es una iglesia ortodoxa rusa con unas cúpulas que maravillan. Además en los alrededores hay muchas tasquitas y tiendas de artesanías varias.

En la segunda ronda de Buenos Aires espero que ya todo esté más rodado y podamos conocer otros barrios y cosas.

sábado, 26 de enero de 2013

DIARIO DE UN VIAJE A ARGENTINA


2º Capìtulo – BUENOS AIRES

Dìa 21, 6:30 de la mañana. Ya luce un sol de justicia cuando abandonamos la terminal del aeropuerto en dirección al hotel que teníamos reservado para las siguientes cuatro noches. El hotel, una casa de principios del siglo pasado, esta situada en pleno barrio de San Telmo, frente a la plaza Dorrego.

Como llegamos a una hora tan intempestiva, dejamos mi mochila y la maleta de Isabel hasta que fuese la hora de entrar en la habitación y nos fuimos a desayunar y ver que hacíamos. Yo continuaba confuso y preocupado por no disponer del material de trabajo y pensando como y donde reponerlo. Todo mi objetivo era organizar la infraestructura para poder empezar por fin a disfrutar.

Finalmente compramos un ordenador y una máquina de fotos después de dar interminables vueltas por el Centro. Con ello ya me tranquilicé, se me pasó la angustia y comenzó el verdadero viaje.

Los tres días siguientes han sido de disfrute de la ciudad, sobre todo del Barrio de San Telmo. Este barrio, barrio tanguero contiene la esencia popular de barrio antiguo, en sus calles repletas de vida es muy fácil relacionarte con la gente, pues el ritmo de vida es lento y es sencillo entablar charla con la gente, gente de todo tipo y condición que enseguida te preguntan de donde vienes y a donde vas, qué te parece Argentina, salen las comparaciones con España y el poco crédito que dan cuando les comentas que la cosa esta mal.

Además al ser San Telmo un barrio turístico pulula por él mucha gente rara, colgados de uno y otro signo que con la escusa del cigarrito te sueltan sus opiniones sobre todo y sobre todos.

Uno como yo podría quedarse en la plaza Dorrego y alrededores no cuatro días sino meses sin necesidad aventurarse mucho más allá de cinco o seis calles. Funciona a horario completo, mañana, tarde y noche, con personas y ambientes distintos. Sobre todo por las noches que hay siempre música en directo se está fenomenalmente.

Por otra parte hay en el barrio multitud de tascas de comida y bebida que además, la mayoría no son caras, así que la cosa es muy completita.

Aparte de San Telmo estuvimos una tarde en La Boca en uno de esos lugares que todo turista debe conocer. Es un antiguo barrio obrero donde artistas y artesanos han pintado las casas de colores chillones y viven de los turistas. La calle Caminito, la del tango, es un fragor de turista haciéndose fotos de todo tipo junto a “ninots” de los principales tangueros. En La Boca nos encontramos con un pintor y tanguero que nos pregunto que de donde éramos y al saber que de Santander nos presento a su mujer, ex  de un futbolista del Racing y otros clubes españoles. Nos pasamos con el una deliciosa tarde de charla sobre lo divino y lo humano.

Volviendo a San Telmo y sus cosas, una de las mas curiosas es el “Paseo de la historieta” con muchísimos personajes puestos en las aceras y esquinas del barrio, una de las más famosas es la casa donde nació Mafalda.


ARGENTINAEnlace fotos y otros   

DIARIO DE UN VIAJE A ARGENTINA

1º Capìtulo - El viaje

El día 20 amaneció con muy malas perspectivas. Salimos de casa hacia la estación de autobuses en la única escampada de la lluviosa y fría mañana que se presentó.

Ya en la estación de autobuses comencé a preocuparme por como estaría la carretera y si la nieve que previsiblemente nos encontraríamos iba a hacer que el autobús se retrasara.

Efectivamente a unos kilómetros de Torrelavega, antes de Reinosa comenzó a hacerse ostensible la nieve en los arcenes de la autovía, pero aunque con muchos tramos de carretera con rastros de nieve, llegamos a Madrid a la hora.

Salimos de estación de autobuses y nos dispusimos a comer algo antes de ir al aeropuerto todo parecía perfecto, es mas, en un alarde de seguridad saqué el pasaporte que llevaba en mi mochila y me lo metí al bolsillo del pantalón. Mientras comíamos y hablábamos de lo nos íbamos a encontrar en Buenos Aires alguien, no se quien, aprovecho para llevarse la mochila con toda la parafernalia técnica que llevaba: cámara, ordenador, ebok, hasta las gafas de repuesto.

Así que imaginaos mi rebote, mis juramentos, mí forma de llamarme idiota a mi mismo.

Pero el viaje tenía que seguir y después de poner una denuncia en Barajas, facturar el equipaje y embarcar, a las 19:10 salimos en Aerolíneas Argentinas dirección Buenos Aires.

martes, 15 de enero de 2013

ANTES DE LA PARTIDA

Ya a punto de marchar voy a dejaros un cuentecito de Eduardo Galeano.
A partir del lunes ya iré colgando mis impresiones del viaje.


La autoridad
En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.
Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.

                                                        Eduardo Galeano
                                      Memorias del fuego – 1 Los nacimientos