lunes, 10 de noviembre de 2014

VIAJE A SUDAMERICA - PROYECTO

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Carnaval, Carnaval... De Cádiz a Montevideo
Cómo los carnavales cruzaron el "charco"
Autoras: Sara Silveira, Virginia Escardó y Graciela Piñeyro
La murga: origen, recursos, ritmos y gestos gaditanos para la más relevante expresión de la cultura artística popular uruguaya

La murga uruguaya, manifestación dramático-musical polifónica y de integración tradicionalmente masculina, surgió en el carnaval de Montevideo a fines del siglo XIX, a partir de diversos aportes hispánicos, en especial el de las murgas de Cádiz. En la actualidad el carnaval es la mayor fiesta popular de Uruguay y en él la murga y el candombe conforman las manifestaciones culturales más representativas.

El carnaval montevideano es responsable definitorio de la cultura que se exhibe, se refleja y se festeja como identidad nacional. La "época de carnaval" se extiende desde fines de enero hasta marzo pero sus actividades se "practican" a lo largo de todo el año a través de talleres, eventos oficiales, festivales y, espontáneamente, en los barrios. Así se perfila como el carnaval más largo del mundo.
Las "carnestolendas": Vinieron con los españoles para quedarse...





La importación, desde España, por parte de los primeros pobladores de Montevideo, de prácticas medievales tales como tirarse con huevos frescos o vaciados y rellenados con agua, dio origen a los festejos de carnaval. Los sucesivos intentos oficiales de "racionalizar" estas prácticas comenzaron a fines del siglo XVIII, cuando se puso fin a estos festejos generalizados, privilegiando las representaciones artísticas que, ya en esa época, habían pasado a ocupar el centro de atención del público montevideano

La población montevideana a fines del siglo XIX estaba caracterizada pordos rasgos sobresalientes que incidían directamente en sus formas culturales: "la temprana urbanización y la europeización de hábitos y mentalidades a través de la inmigración". De ahí la presencia de los modelos europeos de festejos de carnaval.
La palabra murga tiene su origen en España, en el Carnaval de Cádiz. Llega a Uruguay en 1906 con un grupo de cantantes y actores teatrales, principalmente andaluces, llamado "La gaditana". La historia relata que ese grupo teatral, al no poder convocar suficiente público en sus funciones, salió a recorrer las calles montevideanas marchando y haciendo chirigotas. Al año siguiente una agrupación del carnaval uruguayo se autodenominó "murga la gaditana que se va", para parodiar lo acontecido con los artistas españoles. Luego surgieron otras agrupaciones que adoptaron nombres muy graciosos como Don Bochinche y Compañía, Formale el cuento a la vieja, Tírame la punta del naso, Domadores de suegras, Salimos por no quedarnos en casa, Los peludos terribles, Amantes al salamín, Escuela de Tiburones y Asaltantes con Patente, entre otros. Estas primeras agrupaciones, integradas por seis o siete miembros, adoptan el recurso del contrafactum, propio de la música religiosa de raíz popular, muy presente en la historia musical española y en particular en el modelo de carnaval gaditano, consistente en seleccionar una determinada música ya existente para crear, a partir de ella, textos diferentes a los originales. Se modifican las letras en tono picaresco y se utilizan instrumentos de viento fabricados con cartón. El número de componentes fue creciendo lentamente y se comenzó a utilizar el bombo, el platillo y el redoblante. Esta innovación fue obra de José "Pepino" Ministeri quien también impuso la vestimenta del director con frac, levita y zapatillas.


A partir de ese momento se comienza a usar la palabra murga en lugar de "mascaradas", siendo reconocida como nueva categoría en 1917. Al igual que la murga gaditana, se estructura en tres partes: la presentación o saludo, el cuplé -una especie de pequeña pieza teatral cantada- y la retirada. Fragmentos de las presentaciones y las retiradas forman hoy parte del patrimonio cultural nacional, estando tan socializadas como el "arroró" o el himno nacional.

A esta estructura que se mantiene inalterable, se le irán incorporando, posteriormente, elementos del candombe así como un sinfín de ritmos, básicamente afroamericanos, que adaptados a la batería de murga (bombo, redoblante y platillos de entrechoque) adquieren nueva sonoridad. Una característica distintiva de la murga uruguaya es que no sólo está pensada para desfilar, sino y fundamentalmente, para actuar sobre un escenario.


El carnaval uruguayo: Cuarenta días de festival de teatro al aire libre
   
   
Asimismo el carnaval del Uruguay se diferencia de los habituales desfiles callejeros del resto del mundo porque está concebido básicamente como un gigantesco festival de teatro al aire libre que convoca a decenas de miles de personas. El inicio de la fiesta está marcado por el desfile o corso que se realiza por 18 de julio, la principal avenida de Montevideo. En la actualidad, a lo largo de dos kilómetros, más de tres mil artistas desfilan frente a una multitud de espectadores que los siguen vibrantes desde la vereda y para varios cientos de miles que lo hacen a través de los televisores de sus casas. El corso está integrado por las agrupaciones carnavaleras típicas como las murgas, los negros lubolos, los parodistas, los humoristas y las mascaradas musicales, además de los carros alegóricos que transportan a las reinas del Carnaval, seguidos de cabezudos (unas cabezas de dos metros de altura hechas de papel prensado y pintadas con llamativos colores). Este desfile es sólo el comienzo. Pocos días después, por las calles de los tradicionales barrios Sur y Palermo, tiene lugar el desfile de Las Llamadas, la fiesta máxima de la colectividad negra de Uruguay. Allí, unos dos mil artistas, que cada vez suman más población blanca, recrean una fiesta con raíces africanas que se viene haciendo desde la Colonia.

El carnaval uruguayo se distingue, entonces, porque además de incorporar las festividades africanas de los lubolos, luego de desfilar en las calles, se traslada a los escenarios de los barrios, en donde se instala durante casi dos meses. Las agrupaciones carnavaleras participan asimismo de un concurso oficial, auspiciado por la Intendencia Municipal de Montevideo, en un anfiteatro abierto llamado Teatro de Verano.
Las murgas actuales están integradas por alrededor de treinta cantantes y tres percusionistas: un bombo, un platillo y un redoblante, los únicos instrumentos permitidos, los cuales no tienen notas. El tono para afinar lo da, con su voz, el director del conjunto, de quien se presume tiene un oído privilegiado. Hace ya muchos años que estos conjuntos se han profesionalizado y cuentan también con músicos notables, algunos de los cuales son cantantes líricos. Comienzan a ensayar en diciembre para preparar su repertorio y ostentan nombres tales como Los Patos Cabreros, Araca La Cana, Falta y Resto, La Reina de la Teja o Asaltantes con Patente.        
El repertorio murguero se caracteriza por la temática contestataria, la sátira política sobre personajes nacionales e internacionales destacados en el año, la ridiculización de modas y costumbres, el fútbol y sus avatares, la vida cotidiana relacionada con la crítica al gobierno de turno, el costo de la vida, el empleo, los temas de actualidad, etc. y el propio carnaval, sus personajes, su carácter cíclico, etc. El carnaval como tema es privativo de la murga y se puede rastrear desde sus orígenes. Ahora es poco frecuente la inclusión de figuras estereotipadas de los inmigrantes españoles e italianos pero fue una presencia muy fuerte en la primera mitad del siglo -al igual que en el sainete criollo- pero sus secuelas siguen estando en el lunfardo. Los recursos literarios a los que apela son múltiples. Junto con el uso intensivo de los contrafacta aparecen otros, igualmente de origen gaditano, tales como los trabalenguas, el uso de esdrújula, la enumeración jocosa, etc.

Desde el punto de vista musical, los rasgos de la murga uruguaya son la expresión coral polifónica, el apoyo instrumental y el peculiar
 "ritmo de murga". El coro ha sido tradicionalmente masculino, como ya se dijo, pero en los últimos dos años han comenzado a incorporarse mujeres. Los instrumentos utilizados son el platillo, el redoblante y el bombo que se corresponden con los utilizados por los conjuntos gaditanos. El director (vestido tradicionalmente como un director de orquesta pero en forma más burlona) marca el son al resto de los integrantes, algunas veces acompañándose con una guitarra. En cuanto al "ritmo de murga" al que se llevan las melodías más populares usadas para los contrafacta está representado fundamentalmente por la "marcha camión", ejecutada por los instrumentos específicos en base a la oscilación del tempo rítmico y la armonización vocal. Este ritmo es expresión del sincretismo de géneros musicales en los que hay huellas de la zarzuela, el sainete, el candombe, etc, pero su peculiaridad es tal que ya, como mejor definición, se habla de "murguear" las melodías conocidas.

La cara pintada, los vistosos trajes y la gestualidad corporal son los otros componentes del sello de identidad de la murga uruguaya. Hay una gestualidad murguera compuesta por expresiones faciales, movimientos de brazos y posiciones corporales en la que la investigación realizada por M.Fornaro (2002) encuentra claras similitudes con las chirigotas callejeras de Cádiz. Si bien los gestos se diferencian según los roles, siempre está presente la apertura de brazos, su cierre sobre el pecho y el "paso en el lugar" que definen a la murga como hecho estético integral.

De nuevo los murgueros se juntaron
los cantos inmigrantes se mezclaron
los hombres con la noche se casaron
para ver bien de al lado...
qué hay detrás del antifaz.
"Bien de al lado", de Edú "Pitufo" Lobardo
Murga "La Gran Muñeca", 1996. Citado por M. Fornaro: "Los cantos inmigrantes se mezclaron: La murga uruguaya: encuentro de orígenes y lenguajes"







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