Poco
a poco me voy enterando.
Parece
ser que Lima no es lo que nosotros entendemos por Lima, sino que,
cuando los de aquí hablan de Lima se refieren únicamente al
distrito del centro de Lima, lo que serìa la parte colonial, de
forma que cada distrito tiene entidad propia. Funcionan
autónomamente, tanto es así que en Lima no tienen planos turísticos
de los otros distritos y en los otros, por ejemplo, San Isidro, no
tienen salvo el suyo. Esto hace muy complicado planificar cosas pues
el manejo de planos no siempre está a tu alcance.
Pese
a todo ya me voy haciendo una idea de cómo funciona la cosa
turística.
La
mayoría de los turistas pululan por San Isidro, zona completamente
moderna y llena de bares, cafés, avenidas arboladas y oficinas. Solo
se mueven de allí para hacer visitas màs o menos en masa, sobre
todo cuando se trata de venir a Lima donde en una mañana los pasean
por toda la zona histórica y los llevan de vuelta a la tranquilidad
de la “civilización.
Yo,
como casi siempre, voy un poco al revés, prefiero salir de mi hotel
y encontrarme cara a cara con la historia que hacerlo con una calle
comercial parecida a las de cualquier ciudad del mundo.
En
otro orden de cosas lo que me sorprende de la ciudad es que es muy
poco fotogénica en comparación con otras visitadas en otros viajes.
Hay demasiado ruido, demasiado tráfico de coches y personas para
poder tener esa mirada sosegada y abierta tan necesaria para entender
lo que pasa. Así y todo, cuando te sales, queriendo o sin querer, de
las calles principales, cambia el mundo en cuestión de dos cuadras y
ves la otra Lima, la de la gente de pocos recursos y muchos afanes,
vendedores de casi todo, agua, polos, empanadas, etc. simplemente
piden un sol.
He
seguido con mi recorrido cultural y visitado dos de los museos más
interesantes de Lima, el Museo Larco con una colección impresionante
de cerámica preinca, donde destacan las cerámicas eróticas y el
Museo Pedro de Osuna de pintura religiosa.
Ambos
en su temática son una autentica maravilla y en ellos te das cuenta
de lo poco que conocemos y sabemos apreciar del maravilloso pasado
cultural de esta tierra.
Además
de las cerámicas correspondientes a un periodo de 2500 años y que,
con distintos elementos, variadísimos, que nos dan noticias de las
distintas culturas del país hasta desembocar en el Imperio Inca,
está la pintura de la escuela del Cuzco, gran descubrimiento, y su
interpretación de la religión católica desde la óptica de los
indígenas.
Finalmente
hablar de la Huaca Pucllana, ubicada, en medio de Miraflores, que es
un conjunto de una gran pirámide de culto de la cultura Lima que
impresiona verla rodeada de grandes edificios.
Finalmente,
en mis citas culturales visite la fundación Mario Testino fotógrafo
de moda y celebridades donde se expone parte de su obra.
Bueno,
poco a poco, voy cogiendo ritmo viajero y disfrutando más que
cansándome.