jueves, 22 de enero de 2015

VIAJE A SUDAMERICA - PUNTA ARENAS

PUNTA ARENAS, DESPEDIDA

Durante mi estancia en Punta Arenas fui a dos excursiones para visitar dos pingüineras. La primera de pingüinos magallánicos que estaba situada en el seno de Ottway relativamente cerca de la ciudad, mientras que la segunda ya fue más lejos pues tuvimos que pasar a Tierra de Fuego y después de recorrer la mayoría de la parte chilena visitamos una colonia de pingüinos rey. Esta está situada en una bahía muy amplia que se llama Bahia Inutil.
 Fue emocionante cruzar el Estrecho de Magallanes para encarar Tierra de Fuego y llegar al único poblamiento chileno allí, un pueblecito que se llama Porvenir.
Ambas colonias de pingüinos, la una bajo el sector público y la otra en manos privadas tienen poco más de cien ejemplares cada una y están tan señalizados los itinerarios y va tanta gente que es muy difícil tener ese momento de sosiego para estar un buen rato observándolos.
De vuelta y durante el resto de mi tiempo en Punta Arenas lo mismo largos paseos y poco más pues no es una ciudad donde en la calle haya mucho bullicio y los bares son pocos y es difícil localizarlos. Me parece a mí que los de Punta Arenas hacen poca vida social en la calle, por otra parte confirmado por la dueña del Hostal Torres del Paine donde me alojaba.

Merece la pena hablar de él, pues aparte de la magnífica acogida y la conversación con la dueña, que no tenía desperdicio es una especie de caja de Pandora donde podía haber de todo. El espacio público llámese salón-comedor tiene el conjunto más espectacular de cosas que yo he visto nunca en un establecimiento hotelero. Mi habitación era una especie de habitación infantil con pegatinas de princesas y flores en las paredes y cojines. Todo estaba completamente abigarrado de todo tipo de cachivaches, pero tenía su encanto. La verdad es que he estado a gusto allí















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