sábado, 16 de marzo de 2013

DIARIO DE UN VIAJE A ARGENTINA

Capitulo 20 - TUCUMÀN

Llegamos a Tucumàn como a las tres de la tarde. Justo nos instalamos en el hotel y salimos a comer algo, cuando, en toda la Plaza de la Independencia estallò un ruido ensordecedor, los coches tocando las bocinas, grupos de gente cantando y las campanas repicando. Luego nos enteramos que acababan de anunciar que ya teniamos un nuevo Papa, para màs señas argentino y ademàs con una relaciòn especial con Tucumàn. Asì que otra vez la suerte nos colocò en el corazòn de la noticia. Mas tarde hicimos las gestiones para ir al dìa siguiente a hacer un recorrido por Tafì del Valle y las Ruinas de Quilmes. La tarde acabò con una tormenta y un pequeño paseo por las abarrotadas calles comerciales.

Al dìa siguiente madrugamos y nos encontramos con un dìa lluvioso y feo. Vino a recogernos un coche con otro pasajero y partimos en direcciòn a Tafì y los Valles Calchaquìes.

En el camino se recorre desde una inmensa llanura completamente sembrada de caña hasta otra semidesèrtica llena de cardones, con numerosas subidas y bajadas, y atravesando una selva tropical y un paso a mas de 3000 m.

El viaje fue muy divertido pues nuestro acompañante pronto empezò a charlar casi de cualquier cosa, relacionada o no con lo que ibamos a ver, y el conductor-guia, que era un tipo simpàtico le daba "chance".

En cuanto a lo visto, es otro cambio màs con lo ya conocido, pues tan pronto subìas una ladera con una selva inespugnable como te encontrabas en el otro lado una pradera inmensa con muchos animales, como estabas en un valle verde y arbolado o en otro reseco y arido.

Ademàs de todo esto, nos encontramos de lleno en zonas antiguas, con culturas indias ancestrales y con un orgullo para defender cosas que ellos creen que les pertenecen.

En cuanto a las Ruinas de Quilmes, decir que era una ciudd de unas seis mil personas y que tras muchas guerras con los españoles fueron reducidos y llevados a Buenos Aires a una especie de reserva. Cuando el alemàn primer cervecero argentino quiso hacer cerveza se encontrò con que el mejor agua para ello estaba en esa reserva y de ahì el nombre de cerveza Quilmes.

El siguiente dìa lo pasamos haciendo el tipico recorrido turìstico por San Miguel de Tucumàn, viendo la inmensidad de edificios antiguos y muy bonitos que tiene, asì como la casa donde se declarò la Independencia de Argentina del Reino de España y empapàndonos un poco de historia y costumbres tucumanas.

La ciudad, en contraste con La Rioja, es sobre todo bulliciosa y con muchas actividades culturales y muchìsimos bares abiertos y llenos a todas horas. El ambiente callejero es muy interesante pues se ve a la gente muy activa y ajetreda.

Al dìa siguiente yo me fui a ver un parque enorme y muy bello. Diseñado por un frances siguiendo los modelos del siglo XIX con muchas fuentes y estatuas, reproduciones de obras famosas europeas.

En medio del parque esta la casa del obispo Colombres, el introductor de la caña de azucar en Tucumàn, hoy convertida en un museo homenaje a este cultivo.

Dentro del parque hay gran cantidad de zonas de ocio y deportivas a disposiciòn de los ciudadanos y es verdaderamente un pulmòn de oxìgeno para la muchìsima contaminaciòn del centro de la ciudad.

Nuestra proxima cita sera con Salta "La Bella" desde donde conoceremos el noroeste.








 

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