sábado, 7 de marzo de 2015

VIAJE A SUDAMERICA - SANTIAGO, UNA VISION GLOBAL

Para compensar lo escueto de la ultima entrada.




Santiago, una visión global

Segundo día en Santiago y aun mis impresiones no están bien definidas pues ayer, estaba tan cansado que apenas pude disfrutar de nada.
 Por otra parte yo tardo mucho en orientarme y Santiago tiene muchos recovecos que si no es pateando será difícil que los vea y casi que los intuya.
El centro es caótico, riadas de gente en todas direcciones, y tiendas, oficinas, puestos callejeros,  que hacen difícil transitar incluso en calles peatonales.

Arquitectónicamente es como todas las ciudades chilenas, donde en el centro comercial y financiero conviven, a veces no muy armoniosamente, los mastodontes de cristal y acero con los suntuosos edificios oficiales y las casas históricas. A veces forman un maremágnum tal, que a mí me resulta difícil de asimilar. Afortunadamente hay barrios donde de alguna manera se mantiene el equilibrio con aquellas casas suntuosas de finales del siglo XIX y principios del XX. En esos barrios semipeatonales la vida es más reposada y se ven bares y cafés con sus terrazas y la gente tranquilamente de charla en ellas.

Hoy paseando por uno de ellos he podido comprobar con cierto rigor lo que es cruzar dos calles y parecerte que habías pasado de Sevilla a Nueva York por ejemplo. Lo que observo además es que el centro esta urbanísticamente mucho más deteriorado, en el cuidado de los edificios antiguos que en determinados barrios. Pareciera que están esperando que se declaren en ruina para hacer unos más modernos. Dentro de este conglomerado urbanístico me llama también la atención la cantidad de bloques que hay como de los años 50 o 60, esos que son todos iguales, grises, rectos, sin adornos, que parece que siempre han sido viejos y decadentes.

He querido visitar varios museos, y digo varios porque algunos no he podido porque están de vacaciones hasta primeros de marzo. El Museo de Bellas Artes tiene una colección de pintura chilena que aunque no es muy grande es interesante, pero es muy pequeño. He ido a otro museo el MAVI que es un pequeño museo de nuevas tendencias, aunque dentro de él hay una sección muy interesante de piezas arqueológicas de los indígenas del norte y centro de Chile.

Cambiando de tema, una cosa que me alucina son los ejecutivos tomando café o comiendo un tentempié a medio día en unas terrazas con mesas pero sin sillas y fumando como descosidos los cigarrillos que no han podido fumar en toda la mañana.

He seguido paseando por Santiago y descubriendo cosas, muchas cosas, que en un paseo sosegado se ven, no así si vas con prisas. Aparte de las visitas recomendadas en la guía, museos, iglesias, etc. vale la pena extender la mirada sobre las gentes de los diferentes barrios e incluso de los turistas como yo que ávidos de conocer vamos de un sitio a otro almacenando en nuestras retinas y nuestras cámaras imágenes que luego evocaran recuerdos y anécdotas para contar.

Me ha impresionado mucho el Museo Precolombino por lo bien que explica la situación de los diferentes pueblos desde Méjico hasta la Patagonia en la época de la conquista, lo que hace que entendamos mucho mejor los diferentes niveles de desarrollo de estas, dando una visión de conjunto que a nosotros nos ha llegado muy simplificada pero que es inmensamente variada. La visión del Museo me ha confirmado en todo caso mi opinión respecto a la colonización y sobre todo lo que yo opino del sur-sur, es decir de la Patagonia y Tierra de Fuego tanto chilena como argentina donde la colonización española jamás llego y donde se mantuvieron casi desconocidos hasta mediados del siglo XIX en la que los gobiernos de ambos países decidieron repoblarla como forma de incorporar esos territorios a sus respectivas republicas. Este poblamiento de espacios prácticamente vírgenes y poco poblados fueron ocupados por emigrantes europeos de distintas nacionalidades a los que regalaron las tierras y que han formado especies de pequeños núcleos de su país en el sur del continente.

Otra visita interesante y nostálgica ha sido la visita a “La Chascona” la casa de Neruda en Santiago. Originariamente construida para su amante, que después sería su mujer y su viuda es un ejercicio de imaginación en la construcción y un reflejo de los gustos y costumbres del poeta. Para nada obedece a la forma convencional de construcción y si a un espacio de disfrute y ocio dignos de su temperamento, al menos del que expresa su poesía.
Sentí viendo los objetos y los espacios donde vivió y trabajo una emoción grande y sobre todo leyendo poemas manuscritos que conservan allí.
Está situada en la base de un cerro y en un barrio muy variopinto. Por una parte es un barrio residencial con pequeños chalets con jardín y calles tranquilas pero por otro es un conglomerado de locales de ocio situados en casas de planta baja totalmente llenas de grafitis, algunos de gran calidad, que le dan un aire bullanguero y festivo que se ve confirmado si te pasas por allí en la tarde noche y ves todo el barrio en actividad. Me contaron que antiguamente era el barrio alegre de la ciudad, donde estaban las mujeres de vida alegre que ahora se ha transformado en uno donde va la gente a divertirse.

El resto de mis días en Santiago han transcurrido en sosegados paseos e intensas charlas con Gabriela y Esteban por una parte y con Sonia por otra. Con esta gente he podido conocer un poco como es la situación en Chile.
Con Gabriela y Esteban fundamentalmente el cacao en que vive la educación, una situación inimaginable en Europa pues la escuela publica es mala y residual, con lo cual alguien quequiera estudiar algo en la Universidad tiene que acudir obligatoriamente al sector privado y a nivel universitario pasa una cosa parecida. Las carreras reconocidas se dan en tres o cuatro Universidades de prestigio y después hay cientos de Universidades piso y poco mas que expiden títulos de poca calidad y escasa legitimidad. Así que la situación está al borde del colapso (revueltas estudiantiles de estos años atrás).
Por otra parte con Sonia ya ha sido hablar sobre todo de la situación del país y del resultado de la dictadura que no solo ha empobrecido al país sino que según ella ha lavado el cerebro a la gente haciéndolos consumistas y poco reivindicativos. Cuando le cuantas que no es un mal chileno sino que es una epidemia mundial se lo cree a medias y en todo caso dice que en Chile más.
Por lo demás me ha llevado a conocer parte de la ciudad a las que yo no habría ido.
Sitios que son más modernos que la modernidad en si donde si apareces allí sin ninguna referencia los puedes situar en cualquier lugar de Europa o del mundo occidental, en fin sitios de gente guapa.

Yo personalmente disfruto más con el pueblo llano y simple con la mezcla y la variedad de un barrio como Recoletos donde en cinco calles se concentran toda la multiculturalidad posible, absolutamente llenas de gente inmigrante tiendas de todo lo posible, músicas variadas, pastelerías árabes y casi de todo. Me reí mucho pues en mi paseo me tropecé con varias clientes que andaban de compras pero parecían estar en el sitio equivocado, arregladitas y con su ropa buena buscando, imagino, imitaciones de marcas solventes, pegaban allí menos que yo.

Por fin el ultimo día fui a ver el  museo de la memoria que es un recordatorio de lo que paso desde el 73 en adelante y que debería hacer reflexionar a todo el mundo sobre la brutalidad de las dictaduras y la destrucción de un equilibrio social difícil de reconstruir una vez roto.
La verdad es que en Santiago me he encontrado muy bien y me ha dado un poco de pena seguir pues ya había alcanzado ese equilibrio en que haces las cosas sin pausa pero sin precisas. Además esta mañana cuando me iba la chica del hotel me dice
-      ¿Ya se va?
-      -Si le contesto
Y me dice:
-      Qué pena con los días que llevaba aquí.
Le conteste que todo se acaba y salí a coger mi bus hacia Valparaíso.


1 comentario:

  1. .. y sigues sin probar el vino, que supongo que habrá, o quita la memoria? tampoco la comida te merece mucha atención....o echas en falta el cocido. Por otra parte me has convencido: tengo que conocer Valparaiso, salud, p

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