Capitulo 6º - VIAJE
INFERNAL A TIERRA DE FUEGO
El día treinta de
enero a las 14:00 iniciamos el viaje hacia Ushuaia la mar de contentos y
relajados después de nuestra estancia en Puerto Madryn, ¡Poco nos podíamos
imaginar lo que nos esperaba!
La primera parte del
viaje, hasta Rio Gallegos salió conforme al plan inicial que era empalmar con
los buses Rio Gallegos –Ushuaia. Un buen autobús con asientos comodísimos y
casi cama, buenas carreteras, pero muchos kilómetros hasta llegar. Como el día
estaba bueno, mientras hubo luz, fuimos mirando el paisaje y tomando algunas
fotos. El paisaje es tan monótono que parece que no te mueves del sitio. Aun así
fuimos dejando atrás Trelew, Comodoro Rivadavia, etc, hasta que se hizo de
noche. Cada cierto tiempo comida. Una vez se hizo de noche nos dormimos con
mejor o peor fortuna hasta llegar a Rio Gallegos a las 08:00.
Rápidamente sacamos
el pasaje hacia Ushuaia y nos subimos al siguiente autobús. Ya el tipo de autobús
cambio, ya no era el gran autocar sino un autobús normal, con el aire
acondicionado en las trampillas del techo que el auxiliar abría de uno u otro
lado para que nos entrara fresquito.
Salimos a las 08:30
de la mañana y nada mas salir el auxiliar nos empezó a dar noticias. Había que
rellenar unos papeles para pasar la frontera con Chile y otros más para volver
a Argentina. Además de los papeles se encargo de, que para que no hubiese
problemas insistir en cosas que no se pueden pasar por la frontera, que si
alguno llevaba alguna la hiciese desaparecer o en todo caso, antes de que la
encontraran que la declararan ellos.
A todo esto llegamos
a la frontera, había cientos de personas haciendo cola. Nos tuvieron un rato
largo sin poder bajar del autobús, después nos hicieron bajar con todo lo que llevábamos
arriba del bus y precintaron el maletero. Nos pasaron por el control del
equipaje de mano y al cabo de otro ratito continuamos.
En la frontera
entramos en contacto con el clima austral. Un viento fuertísimo y racheado que
casi nos llevaba y era helador.
Continuamos viaje
hasta Punta Delgada donde una barcaza nos cruzo junto a otros vehículos el
estrecho de Magallanes. A partir de ahí, ya en Tierra de Fuego, por una
carretera de ripio (zahorra) fuimos acercándonos al puesto fronterizo siguiente
de salida de Chile donde se repitió casi la misma operación . Y al siguiente,
este de Argentina, que fue mas suave.
Ya otra vez n
Argentina volvió el asfalto y continuamos viaje hasta Rio Grande donde tuvimos que
cambiar de nuevo de autobús. Este último que nos llevo hasta Ushuaia era ya un
trasto.
Llegamos a Ushuaia
lloviendo después de casi treinta horas de autobús. Al llegar llovía y hacia un
frio espantoso, nosotros veníamos sin reserva de hotel, aso que a y la primera persona que nos ofreció uno le
dijimos que si y resulto ser un bungalow independiente, muy tranquilo y
coqueto.
muy bueno lo de los autobuses.... a medida que uno bajaba por el pais, la calidad del autobús bajaba también :). Me recuerda a un viaje hace un montón de años, pero con la calidad de los hoteles
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