viernes, 12 de abril de 2019

CUZCO


Camino del Cuzco
Como estaba previsto cogí un autobús turístico porque hace paradas a lo largo del recorrido para ver distintos tipos de cosas.
Al final íbamos dos matrimonios franceses y yo, además del guía. Resultó un viaje interesante, pues como éramos pocos diò para unas explicaciones más particulares que si hubiéramos ido los sesenta que cabían en el autobús.
Con los franceses conecté muy bien pues sus intereses eran parecidos a los míos. Comenzamos el recorrido parando en una localidad que se llama Pucara y donde hay un reducto arqueológico y un pequeño museo local con lo allí recogido.
El recinto es de la cultura Tiahuanaco anterior a los Incas y aun esta en fase de excavación.
Mas que el recinto es interesante el pueblo, pues es el que hace a nivel mundial los célebres toros que ponen a la entrada de las casas, como señal de bienvenida y de buena suerte. Por lo visto en sus orígenes eran camélidos, pero tras la llegada de los españoles que introdujeron las vacas y los bueyes esto dio lugar al cambio que se conserva aun por lo menos en la región y en el altiplano boliviano.
Mas tarde hicimos otra parada en La Raya que como su nombre indica es el punto mas alto y la separación entre Puno y Cusco.
Es curiosísimo ir viendo por todo el altiplano paralela a la carretera la vía del tren que, por cierto, nos hizo parar a su paso en uno de los pocos pasos a nivel, por supuesto, sin barreras que hay en el trayecto.
Este tren es turístico y un día hace el trayecto Puno – Cusco y al siguiente el inverso.
A partir de La Raya comienza el descenso a Cusco y comienzan poco a poco quedando atrás las llanuras del altiplano y cambiando por un valle bastante fértil, aparecen cereales, maíz y sobre todo empiezan a aparecer árboles.
Los pueblos están más diseminados y parece una zona mas prospera.
Nuestra segunda parada fue el pueblo de Ragchi donde vimos los restos arqueológicos de una ciudadela inca que estaba dominada por un templo enorme dedicado a Viracocha. Lo excavado da una idea bastante exacta de que debió ser importante pues posee un recinto amurallado, que nos dijo el guía, de unos siete Km.
Pero la visita estrella es una capilla jesuítica en un pueblecito Andaguaylillas, que lleves el espíritu que lleves, te deja estupefacto. Se trata de una capilla completamente pintada con frescos que, aunque posteriormente incorporaron oleos enormes y altares barrocos bien se lo podían haber evitado. Lástima que no dejan hacer fotos en el interior. No obstante, cuando vuelva investigarè pues, nos regalaron un calendario con un código que da acceso a muchísimas fotografías del lugar.
Así pues, llegamos a Cusco y tuve la suerte de coger el único taxista, creo yo que no conocía la ciudad. Bueno casi por suerte llego, la verdad es que el hostal que había reservado no estaba casi en los mapas. De echo esta en una “calle” donde los vehículos no pueden entra.
Total, que llegue y me instale y como siempre me fui a la Plaza de Armas donde siempre està garantizado el espectáculo. La verdad es que sí.
El Cusco es como un gran parque temático lleno de gente de todos los rincones del mundo. Todo es turismo y negocios turísticos.
Hablo del centro histórico pues hay otro Cusco industrial e industrioso, tiene medio millón de habitantes que me imagino que no vendrá al centro mas que de cuando en cuando.
La verdad es que prácticamente no he visto mas que la Plaza de Armas, pues además de sacarme los bonos de turista y planificar mis días, esta me ha tenido todo el día viendo y fotografiando hasta la exageración, un desfile de folklore de la región. Inmenso y extenso ha sido este, de un colorido espectacular y de una variación que te deja anonadado.
Así que hasta ahora esto ha sido todo. Comenzare a hacer las docenas de visitas que quiero hacer si la calle no me lo impide pues prefiero casi ver como es la ciudad en las plazas, los cafés y paseando que las piedras, aunque estas sean interesantes.
En fin, creo que tendré tiempo de todo.
































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